Hará después del verano cuatro años, tras el fracaso del Mundial de Fútbol disputado en Alemania. El Seleccionador en vez de dimitir (como le pedían muchos medios de comunicación) decidió dar la manija del equipo a otras personas que no eran las que la habían llevado durante muchos años.
Tal decisión se manifestó en dar la dirección del juego a unos “locos bajitos” que se habían criado con un balón en los pies y para los que el fútbol era mucho más que pasarse el esférico. Era pasarlo y pasarlo a una velocidad endiablada buscando siempre el hueco, con el continuo movimiento de los jugadores se hacía que el rival no supiera donde dirigirse para pararlos. Al mismo tiempo le entregó el liderazgo del grupo al portero suplente, algo que normalmente está reñido con el balompié, pero él quería que aquello no fuera una selección, consiguió que fuera el club de fútbol de España.
Con ellos nació el tiki-taka, los equipos contrarios sufrían mientras ellos disfrutaban del fútbol. Siguieron las polémicas pero insistió hasta llevar a ese grupo de jugadores a que fueran Campeones de Europa, entonces una vez criados los pollitos los dejó en manos de otro experto. Ahora se necesitaba la sencillez y el saber llevar las situaciones complicadas, la mano derecha y las soluciones fáciles a los problemas difíciles.
Han conseguido el mayor logro balompédico de la historia española. Ya lucen la estrella sobre el escudo de la camiseta, una estrella que demostrará a todos que han sido campeones. Una camiseta que cuándo los chavales jóvenes se la pongan harán que ellos también sean campeones ya que, pase lo que pase, la estrella siempre estará en el pecho sobre el escudo, y puede que sólo sea la primera. Como dice el refrán, es mejor nacer con estrella que no estrellado. Ellos lo han conseguido.
Publicado en «La Voz de Ronda» 17/07/2010
Sin ruido, no quiero voces 