Esta semana hemos tenido un grave accidente en España, el primero en línea AVE del país, el más grave en lo que va de año en el mundo, que nos ha dejado la friolera de cerca de 80 fallecidos, además de más de 100 hospitalizados, algunos en estado crítico. Tras una catástrofe de estas características se pueden sacar varias conclusiones (sin entrar a valorar el cómo y el por qué del accidente, cosa que dejamos a los técnicos y que pasarán días revisando todas las pruebas antes de tomar una determinación, aunque algunos ya lo hayan hecho) a tener en cuenta.
La primera es la solidaridad demostrada por los gallegos. Mientras los políticos ven electores por todas partes, las personas del barrio cercano al lugar del accidente se fueron inmediatamente a ayudar a los heridos, acercaban mantas, sábanas, herramientas, todo lo que fuera por sacar a los atrapados en el amasijo de hierros en que se convirtió la escena. Se colapsaron las urgencias de donantes de sangre, bomberos, médicos, enfermeras, auxiliares, etc. que estaban en paro o de descanso y que se pusieron inmediatamente a disposición del personal allí trabajando. Más tarde llegarían los de las corbatas y los trajes para las fotos.
La utilidad de las redes sociales. Se hicieron llamamientos para colaborar a través de ellas, sobre todo twitter era un hervidero, personas e instituciones que iban informando de dónde y cómo hacer las donaciones o donde hacía falta personal. Cuando queremos le damos el lado bueno a las cosas, las redes pueden ser foco de polémicas o puntos de reunión más o menos provechosos, pero cuando se quiere se ve que sirve para mucho más y mejor, esta ha sido una prueba de ello.
Y la última es la falta de información televisiva, sólo la televisión gallega y las nacionales que en ese momento tenían tertulia política conectaron, mientras tanto en las generalistas (sobre todo TVE) continuaban su programación. Ahí se echó de menos a la desaparecida CNN+ y se puso de manifiesto que recortar medios de comunicación no es bueno para la sociedad, el periodismo es importante no sólo para informar, también para ayudar en catástrofes de este tipo, pero mientras recortemos en curritos y mantengamos encorbatados, de nada va a servir lo que se haga.
Es triste que tenga que pasar una cosa de esta para darnos cuenta lo que nos necesitamos unos a otros, aunque luego vendrán los políticos a cargárselo todo, pero un resquicio de esperanza queda al ver que aún somos capaces de unirnos.
Publicado en «La Voz de Ronda» 27/07/2013