Dicen las lenguas bien informadas que el rescate a la banca que no iba a costar un euro nos va a salir al final por los dos ojos de la cara, un riñón, el hígado y parte del estómago (que hay que tenerlo muy acostumbrado a tragar sapos como para tragarse uno de casi 100 mil millones de euros)
Se habla de rescate a la banca, cuando realmente no es así, ya que no se ha rescatado ningún banco tradicional, lo que se han rescatado han sido los nuevos bancos creados a partir de la unión de cajas de ahorro.
Hubo una ley que cambio los consejos de administración de dichas cajas y se llenaron esos consejos de miembros nombrados por las distintas comunidades autónomas, además de nombrar al presidente y todo lo demás. O sea, que cambiaron los consejos de administración llenándolos de amiguetes de los miembros de los gobiernos autonómicos. De ahí se pasó a que las cajas perdonaran créditos y créditos a partidos políticos que pedían ese dinero para campañas electorales, además de a clubs de fútbol y demás parabienes para quien se portaba bien con el partido que ganaba las elecciones. Eso llevó a que los presidentes de las distintas cajas fueran amigos de los presidentes, no tenía nada que ver que tuvieran experiencia o no en ese gremio, daba igual. Así llegó, por ejemplo, Blesa a presidente de CajaMadrid, con el único curriculum de haber sido compañero de Aznar en el colegio. O el presidente de Caja Valencia, que pasó de la presidencia interina de la comunidad a la presidencia de la caja como cobro de servicios prestados al partido. O se perdonaron millones a equipos que fichaban grandes estrellas y mientras jugaban para un determinado equipo de la capital del reino, el fichaje millonario se pagó entre todos los españolitos que daba igual del equipo que fueran.
Todo esto nos queda del tiempo, que aún dura, de cuando un partido político (PP y PSOE) llegaba a la presidencia de la comunidad autónoma. Automáticamente le tocaba una televisión pública, con la que gastaban millones de euros en publicidad para hacer ver a todos que era un gobierno magnífico, aunque nos llevaran a la ruina. También les tocaba una o varias Cajas de Ahorros, que perdonaban los créditos a los políticos mientras crujían con las cláusulas suelo y las preferentes a los curritos. Por no hablar de los sueldos “Nescafé” (de esos para toda la vida, pero a base de millones, no de mil euros) que se pusieron ellos mismos y a sus miembros.
Todo esto, y muchísimo más, es lo que nos tiene a todos en la ruina. De ahí el miedo a que lleguen nuevos partidos a la política ¡no vaya a ser que les dé por tirar de la manta!
Salud y suerte.
Publicado en Ronda Semanal el 28 de enero de 2017