¡Preparen los estómagos! Acabamos de arribar a destino, no hay solución ni vuelta atrás, ya están aquí aquellos días que vuelven año tras año, sin preguntarnos siquiera, en los que comemos y comemos, bebemos y bebemos, la gula pasa de ser pecado capital a engullirnos cual Armagedón y la practicamos sin pensar en nada más. No sé si el mundo se va a acabar, pero comidos y bebidos vamos a estar por si acaso.
Olvídense de la lechuga, el tomate, el pan integral, las frutas y verduras, el pescado a la plancha, el arroz hervido, los dulces bajos en calorías y dietéticos, que vienen curvas acompañando a los turrones, polvorones, mazapanes, chocolate, tartas, roscones de reyes, pavos rellenos, corderos asados, solomillos más rellenos… todo para acompañarnos hasta el próximo día 7 de enero, en el que intentarán volver de sopetón la lechuga y demás.
El viernes anterior a esto que está leyendo ya verían, si se levantaron temprano, a lo que me refiero: Pandillas de chavales con traje y chicas acompañándolos con tacones de vértigo, todos entre 16 y 20 años, recién terminados de la primera cena de Navidad de la que tenemos información. La edad no es impedimento para que a partir de ya, día 15, vayamos todos como los hombres del traje gris de la gran novela de Michael Ende como autómatas de una cena a una comida, de ella a unas copitas y vuelta a empezar. Así hasta que llegue el “maravilloso” día de Nochebuena donde tendremos que aguantar a aquella tía lejana que nos besa con tanto amor como lejanía muestra el resto del año o tengamos que soportar los chistes del cuñado gracioso que es más esaborío que un escalón, que dice mi amigo Rafa.
Así que disfruten amigos lectores, coman y beban, que la dieta de la alcachofa está ahí mismo, llegará como ha llegado el tiempo de la gula, sin anunciarlo. Aunque usted y yo sabemos que esto se veía venir hace semanas, de ello se han encargado los anuncios y programas de televisión, tan pendiente siempre de nosotros.
Publicado en «La Voz de Ronda» 15/12/2012